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ECOS DE RESISTENCIA…


“Viendo pasar los momentos que componen un día monótono. Desperdicias y consumes las horas de un modo indecoroso. Vagando de aquí para allá por alguna parte de tu ciudad. A la espera que alguien o algo te muestre el camino. Cansado de tumbarte bajo el sol y quedarte en casa mirando la lluvia. Eres joven y la vida es larga y hoy hay tiempo que matar. Y luego te das cuenta un día de que tienes diez años más tras de ti. Nadie te dijo cuando correr, perdiste el disparo de salida. Y tú corres y corres para alcanzar al sol, pero él se está poniendo. Y girando velozmente para de nuevo elevarse por detrás de ti. El sol es el mismo de modo relativo, pero tú eres más viejo. Tu respiración es más corta y estás un día más cerca de la muerte. Cada año se hace más corto, nunca pareces encontrar tiempo. Planes que se quedan en nada o en media página de líneas garabateadas. Esperando en silenciosa desesperación a la manera inglesa. El tiempo se ha acabado, la canción se ha terminado, pensaba que diría algo más…”

Todos los días son iguales, cada mañana que despiertas, te persigue la incertidumbre del nuevo amanecer, mil preguntas te invaden el pensamiento, mil soluciones surgen del razonamiento, pero, todas ellas propician nuevas ideas, que a su vez generan más dudas, cuál será el camino a seguir? Cuál será la opción indicada? Grandes incógnitas que no has podido resolver…

Lo único cierto es que buscas soluciones, o por lo menos alternativas para poder construir un mejor mañana, un mañana, que aunque se presenta distante e impredecible, está ahí para ser soñado, alcanzado y vivido; un mañana, que con seguridad, no podrá ser disfrutado por nuestra generación, ya que tal y como están las cosas, es un proceso de transformación que tomará su tiempo en ser asimilado y reconocido por tod@s y cada un@ de nosotr@s, pero de todas formas prevalecerá la esperanza y la voluntad ante la adversidad, y es para ti una alegría inmensa el ver que se encuentran compañeros que comparten este ideal, compitas de lucha, personas sensibles que aparte de entregarse al pensamiento autómata inducido por un altoparlante sin responsabilidad social, dan su vida a una lucha social, una lucha que se da en el diario vivir, en el compartir, desde cualquiera de las “esferas sociales” que se compone esta sociedad, trabajo conjunto que aporta al enriquecimiento del pensamiento, y todo desde distintos frentes.

Después de trazado el objetivo, piensas en formas de darle dinamismo, buscas alternativas que contribuyan a ese ideal de un mejor mañana, pero ves que el panorama se empieza a tornar complicado, surgen una serie de inconvenientes que de una u otra forma truncan lo que ya habías articulado para llevar a cabo tu sueño, muchos te critican, otros son indiferentes, otros te insultan, y algunos hasta te amenazan, entonces piensas, qué puedo hacer para que no se pierda esto por lo que tantos hemos luchado? Y de nuevo empiezas a divagar entre pensamientos, y te asalta la duda, la zozobra te invade, y te reencuentras con miedos anteriores, miedos que pensabas ya habías dejado en el pasado, pero que por las circunstancias, sientes que están más vivos que nunca.

Tiempo después, estando en la soledad, rodeado de las cuatro paredes que siempre te han acompañado en tus momentos de reflexión, en aquella vieja radio oyes una canción, y sin saber porqué te detienes a analizar, y… de pronto te das cuenta que dice más de lo que habías pensado, piensas con detenimiento, cuando por fin los ves claramente, siempre lo habías tenido frente a ti, “trabajo conjunto que aporta al enriquecimiento del pensamiento, y todo desde distintos frentes”, la lucha se concibe de varias maneras, y son infinitas las herramientas mediante las cuales se puede llegar al propósito inicial de “mover la gente”, o por lo menos sensibilizarla. Y siendo un amante eterno de la música, tomas tu guitarra, con la cual puedes soñar, vivir y crear, empiezas a volar en un sinfín de mundos por los cuales ya nada parece imposible, mundos donde ya no muere la gente de hambre, mundos donde el dinero no es el aliciente que mueve a la sociedad, mundos donde la vida y la libertad se imponen antes cualquier interés particular, mundos donde el bien colectivo está por encima del individual, mundos donde no son acalladas ni silenciadas las voces de aquellos que pensaron y quisieron un futuro mejor para sus hijos, mundos en los cuales la diversidad de pensamiento prevalece ante una mediocridad mediática, un mundo donde se escuchan los Ecos de Resistencia, “Cuando se forman mil pensamientos, que a su vez se convierten en ideales, la vida conspira para que uno de ellos llegue a ser realidad”. Y entonces, empiezas a creer, empiezas a denotar lo que siempre quisiste ser, siempre estuviste en el camino, solo que por momentos, te salías del sendero, pero también concluyes, que todo aquello que hizo parte de tu vida antes de retomar el sendero, es lo que te ha dado la madurez para poder pensar, analizar y expresar lo que sientes. Aunque todo esto que te ha pasado, te deja en claro que el camino es largo, que el camino no es fácil de recorrer, que el camino está lleno obstáculos con los que tendrás que lidiar, pero que con determinación podrás superar. Que la vida no tiene sentido? Que es un vaivén de sensaciones, que simplemente desaparece con el fin de nuestra presencia efímera? “Aunque la vida sea efímera, nosotros decidimos qué tanto queremos que lo sea....”